Las noticias sobre el supuesto fraude a las arcas de la Seguridad Social cometido por la
MAC escandalizan pero no sorprenden puesto que no es el primer caso; ya hace no demasiados
meses saltó el caso de la Mutua Universal: las mismas formas, los mismos métodos e incluso las
mismas pintas de directores-gerentes, aunque eso sí, las cantidades de pasta defraudada son
notoriamente distintas, una cosa es tener la sede en S/C de Tfe. y otra tenerla en Barcelona.
Ayer escuchaba en la radio local a periodistas (más que periodistas, voceros del poder
doméstico) decir que, en fin, 'se trataba de sólo un par de puñados de miles de euros, que eso no es
nada comparado con los millones que se malversan en las mutuas peninsulares', esto dicho con la
intención de quitarle hierro al asunto para disparar a continuación la teoría de la 'peninsular
conspiración empresarial para eliminar a la MAC (empresa canaria) como competidora en el
mercado'. Yo alucino con el uso fascista que se hace habitualmente del nacionalismo para justificar
las tropelías locales, y es nacional-fascismo porque busca tergiversar la conciencia ética de los
ciudadanos apelando a la idea ficticia de una región/nación agredida por los demás. Como si no
fuese lo mismo un delincuente canario que uno catalán, un director-gerente de aquí que uno de allá.
Pues la última noticia que ha dado el Secretario de Estado de la S.S., es que la cantidad
defraudada puede ascender a los 8,6 millones de euros; este monto no es poca cosa ya que supera
el valor de los trajes de Fco. Camps y los bolsos de Rita Barberá juntos, que es el listón puesto por el
PP para discernir entre regalitos de amigüitos del alma y corrupción. La MAC a través de su
portavoz ha dicho que: 'son falsas todas las acusaciones y advierten que tomarán medidas legales
para salvaguardar su honor'. No sé si es que los empresarios-chorizos(presuntamente hablando) han
aprendido de muchos políticos o viceversa, o que empresarios y políticos frecuentemente son las
mismas personas; lo que sí parece ser es que utilizan los mismos argumentos, las mismas amenazas y
las mismas estrategias de disuasión de la opinión pública que no se las cree ni dios, todo lo
contrario, contribuyen a aumentar el descrédito de sus empresas o partidos y al hastío general.
El uso fraudulento de fondos públicos es por lo que parece una actividad extendida y
acreditada en este país, forma parte de su cultura empresarial que es por cierto la que se heredó del
franquismo, la transición no hizo mella en este ámbito; sólo basta para darse cuenta de ello con
verificar que los apellidos de los grandes empresarios de antes son los mismos de los de ahora. Le ha
tocado la hora a las Mutuas, y es así porque hasta el año 2007 no se empezaron, inexplicablemente, a
realizar las inspecciones oportunas correspondientes a éstas empresas.
Este tema nos preocupa, y por ello lo tratamos en esta sección, porque las Mutuas de
accidentes y enfermedades profesionales son las empresas que gestionan las prestaciones sanitarias y
económicas (con fondos de la Seguridad Social) a los trabajadores accidentados o con enfermedad
profesional de las empresas asociadas a ellas, de manera que el dinero defraudado para el
enriquecimiento ilegal de algunos supone el empobrecimiento de las prestaciones que debemos
recibir todos y eso es intolerable.
Y además en este caso, la ULL está asociada a la MAC, es decir, la MAC es nuestra Mutua.
Al parecer, la dirección de esta empresa (suspendida cautelarmente por la Seguridad Social) era un
asunto familiar: un tal Norberto Cejas de director gerente y su esposa, una tal Concepción
Hernández, de subdirectora, que procuraban a través de un conjunto de empresas de su propiedad o
en parte y de sus hijos, realizar operaciones presuntamente fraudulentas con la MAC para mayor
gloria del patrimonio económico de la familia. Y hay otro dato que no ha salido en la prensa:
Previmac, empresa que tiene como matriz a la MAC y con la cual la ULL tiene un contrato de
prestación de servicios como Servicio de Prevención Ajeno en las especialidades de vigilancia de la
salud (el consultorio médico ubicado en el Edificio Central) e higiene industrial, tiene de director
gerente a un tal Alejandro Cejas, uno de los hijos de la pareja mencionada.
A la luz de los datos y de las actuaciones administrativas y judiciales realizadas hasta el
momento, creemos que la ULL debe romper inmediatamente su relación con la MAC y con
Previmac; ni sus directivos directamente implicados ni su Junta directiva cómplice que prefirió
presentar alegaciones en contra del requerimiento de la Seguridad Social en lugar de tomar medidas
sobre el asunto merecen nuestra confianza, sino nuestro cautelar desprecio.
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