El pasado mes de junio publicábamos en nuestra web un artículo enviado por un compañero de trabajo en el que argumentaba:
El otro día este Comité de empresa que nos ha tocado sufrir, es decir, su mayoría en votos, a saber: IC más CCOO dio
el visto bueno a que el gerente le cambie el turno de trabajo a un compañero de ustedes, yo mismo, sin mayores justificaciones
y sin preguntarme mi parecer, no por cortesía, sino porque se trata de una condición esencial del puesto de trabajo y sobre
eso algo tendría que decir, digo yo…
…me ha causado mala impresión en cambio, que algunos de los miembros de IC a los que conozco y he tratado desde hace tiempo
se hayan dejado embaucar en esa jugada, con ello han traicionado la confianza que les tenía depositada. Y vaya mi reconocimiento
a los representantes de los demás sindicatos (fete-ugt, sepca y alternativa sindical) que sí supieron interpretar el papel que
les corresponde de defensa de los derechos de los trabajadores.
Es realmente lamentable que uno tenga que recurrir a los tribunales a reclamar sus derechos porque no los ha defendido su Comité
de empresa, sino todo lo contrario. Hay empresas en las que los trabajadores le temen más a su Comité que al propio empresario,
quizás ésta sea una de ellas, y es lo que tiene el mantener a las mismas personas (no sindicatos, pues son las personas las que
tienen deseos y delirios) en los puestos de dirección a lo largo de tanto tiempo: que terminan trabajando para sí mismos y eso
les coloca irremediablemente contra los demás. Pero eso con nuestros votos tiene fácil solución.
Pues bien: nuestro compañero, a través de los servicios jurídicos del FSOC, ha ganado la demanda por vulneración de sus derechos,
contra la gerencia de la ULL y contra la opinión de los que conforman la mayoría del Comité de Empresa.
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