Discurso ofensivo

 

        El pasado 20 de octubre se celebró en los juzgados de lo social, juicio contra la ULL presentado por un trabajador afiliado al FSOC, reclamando reconocimiento de derecho y cantidad al entender el trabajador que sistemáticamente realizaba trabajo de superior categoría. La actitud mantenida por parte del abogado que representaba los "intereses" de la ULL motivó que desde nuestra sección sindical se le enviara una carta de protesta al Rector de la que, por supuesto, no hemos obtenido respuesta. En esta carta decíamos:

        Señor Rector, el motivo de la presente es el de manifestarle nuestro más profundo malestar por la actitud despectiva permitida por su equipo de gobierno hacia el personal de administración y servicios de esta universidad.

        El pasado día 20 tuvo lugar un juicio como resultado de la demanda presentada por uno de nuestros afiliados contra la ULL, tras no ser atendida su reclamación previa en materia de derecho y cantidad. El motivo de dicha demanda es una consecuencia directa de atribuírsele sistemáticamente funciones superiores a las que su categoría laboral determinan.

        Entendemos perfectamente, aunque no lo compartimos, que la administración, en este caso los gobernantes de la universidad, se resistan a reconocer las reclamaciones de buen grado y que por lo tanto permitan que éstas lleguen a los tribunales de justicia. Lo que no podemos entender ni compartir es que todo valga. La actitud mantenida por el abogado que defendía los "intereses" de la universidad ha sido insultante hasta grados insospechados, manteniendo un discurso ofensivo hacia el trabajador demandante y hacia todos sus compañeros, cuestionando su profesionalidad y la importancia de nuestro trabajo.

        Señor Rector, desde esta Sección Sindical, creemos y corríjanos si estamos equivocados, que una de las obligaciones de su cargo es la de preservar y mejorar la imagen de la institución a la que representa. Entendemos que se produzcan ataques hacia el personal de esta universidad provenientes de otros sectores que desconocen el alcance de nuestra actividad y la complejidad de esta institución. Podemos entender, e incluso fomentaríamos la discusión dentro de nuestra institución de como se puede mejorar nuestra actividad. Lo que no podemos entender es la defensa judicial en un acto de pública concurrencia, en donde desde la propia institución se permita la falta de respeto a la profesionalidad de sus trabajadores, sobre todo ensuciando y menospreciando la actividad compleja de la Universidad de La Laguna y por lo tanto su imagen Pública. Aunque creemos que no es necesario, le recordamos que el Personal de Administración y Servicios también representa a la ULL con nuestro trabajo.

        Por todo ello le solicitamos, dé instrucciones a quien se ocupe de contratar los servicios jurídicos para que se defina y defienda una política judicial que no ofenda a los trabajadores y por supuesto que no ofenda a la Universidad de La Laguna.


        La demanda de nuestro compañero fue desestimada, a pesar de que todo el mundo sabe, desde su jefe directo hasta el gerente de la ULL, que era claramente legítima su reivindicación.