El curso impartido por la biblioteca denominado "El acceso a la
información electrónica en la Biblioteca: recursos propios y externos" y que ha
sido declarado como obligatorio (imaginamos que es porque se entiende
como formación específica), es una muestra más de los malos modos con los
que actúa la ULL. Según reza en el reglamento de formación de la ULL en lo
referente a la formación específica: "es la formación destinada a mejorar el
nivel de conocimientos específicos del puesto de trabajo ocupado por el
empleado público". Otra cuestión sería que se tratara de formación para la
promoción sobre la que dice que "esta formación se llevará a cabo mediante
la realización de cursos destinados a la obtención de los conocimientos
necesarios para puestos de trabajo determinados distintos al que ocupa el
trabajador" y que no puede ser obligatoria. Por lo tanto la obligatoriedad de
asistencia a este curso no puede ser aplicada a tres categorías laborales y
profesionales distintas como ocurre en esta ocasión en que se convoca al
"PAS Laboral de los Grupos III y IV y al PAS Funcionario, Grupo C con destino
en la Biblioteca". Con este criterio, o se está reconociendo que los grupos
superiores tienen que aprender a desarrollar tareas de los inferiores
(circunstancia que se tiene que dar por supuesta), o se está formando a los
grupos inferiores para desarrollar tareas de los de superior categoría.
Aspectos de este curso como el de "reciclar los conocimientos sobre los
recursos de información en formato electrónico accesible desde la Biblioteca de
la ULL o tomar conciencia de la necesidad de participar en la formación sobre
competencias informacionales dirigidas a alumnos y profesores", son
funciones propias del personal funcionario del Grupo B con categoría de
ayudante de biblioteca y que se recogen en el catálogo de funciones de esta
categoría, en el que les adjudica entre otras las de "Realizar búsquedas
bibliográficas en bases de datos, recursos electrónicos y obras de
referencia, participar en las actividades de Información y formación de
usuarios". Si a éstas le añadimos la de "atender a los usuarios en todos
aquellos aspectos que, por su naturaleza, no hayan podido ser resueltos
por el resto del personal adscrito a la biblioteca", parece que lo que se
pretende es liberar de trabajo al personal especializado, dando una formación
que no se les reconoce en su catalogación profesional, ni en su salario. La
responsabilidad de los oficiales de biblioteca en lo relativo a la información, es
la de facilitar a los usuarios información de carácter general relacionada con
la biblioteca, e incluso sobrepasa a la de los técnicos especialistas que es
atender a la información, no específica o técnica, de los usuarios de la
Biblioteca.
Nuevamente la Universidad demuestra que quiere trabajadores con
una excelente cualificación, pero pagándoles como personal no cualificado y
no repara en sobrecargar sus funciones, mientras a otros los libera de la
"pesada carga" de atender a los usuarios.
|