LA ASAMBLEA DEL MIEDO

 

        Lo ocurrido en la Asamblea de trabajadores del pasado día 10 nos ha dejado atónitos. Ver al Presidente del Comité de Empresa metiéndoles miedo a los asistentes con el Servicio de Inspección y con los movimientos de los directivos de la Biblioteca, llegando incluso a comentar la cantidad cobrada por su director en horas extras, como si esto tuviera algo que ver con lo que allí se trataba y que no era otra cosa que sobre el futuro de sus trabajadores, nos resulta una situación aberrante. ¿No es acaso su responsabilidad garantizar a los trabajadores la seguridad y la estabilidad en sus puestos de trabajo, en lugar de meterles el miedo en el cuerpo?

        Miedo, excusas y autobombo, eso es lo que nosotros sacamos en conclusión de lo tratado en dicha asamblea. Alguien de su entorno debería explicarle que de esta plantilla de más de 450 trabajadores, tan solo se prejubilan unos pocos (por los que nos alegramos mucho) pero que el resto nos quedamos en la misma situación en la que estamos o, como se dice popularmente, a peor la mejoría. Alguien de su entorno debería decirle que tenemos cerca de un centenar de plazas vacantes y que no hace nada por solucionar esta situación. Ya ni tan siquiera su famosa y recurrente salida de que la gerencia no hace nada (dimisión) y que en el servicio de personal nos ningunean, no esta vez ni siquiera eso. La excusa de esta vez es que tenemos un sistema de provisión de plazas tedioso y lento y que ni en cuatro años vamos a poder sacar las que están pendientes.

        El otro espectáculo deplorable fue la información sobre la "negociación" del Convenio Colectivo en donde, lejos de reconocer el error de haberlo denunciado en una época de crisis galopante, se limitan a narrar de forma tediosa lo que ha ocurrido en este inútil año y a plantear como única solución entrevistarse con los rectores para ver su voluntad, ya que a lo mejor estos no saben lo que hacen sus gerentes.

        Creemos sinceramente que esta plantilla no se merece ni lo que está sucediendo, ni estas explicaciones absurdas.