Intervención de EUPAS en el Claustro del 15 mayo 2009

 

       La búsqueda de la Excelencia se ha convertido en un recurso inagotable para la administración pública canaria y más en concreto para la Universidad de La Laguna. Los trabajadores de la ULL llevamos años escuchando discursos que nos hablan de la calidad y la excelencia, hasta el punto en que hemos llegado, a nuestro juicio, al despropósito absoluto, organizando entre nuestro personal, de manera indiscriminada, cursos de “formación” relacionados con estos enigmáticos y socorridos términos.

       Valgan como ejemplos el curso de protocolo para los conserjes y auxiliares de servicio, o el curso para el personal de la Biblioteca, en donde se les habla de evaluaciones (otra más para este personal, el más evaluado de la ULL), parámetros de calidad, excelencia, liderazgo, etc.

       Nosotros nos preguntamos, qué es lo que esta ocurriendo en la ULL. ¿Acaso van a ser ahora los conserjes y auxiliares de servicio los que van a recibir al “excelentísimo” Don Paulino Rivero, cuando venga a visitarnos? ¿Acaso van a ser los oficiales de biblioteca los que van a gestionar los recursos de la misma o los que van a diseñar sus líneas de actuación? Mientras en pocas horas sueltas, sin acreditación, ni reconocimiento oficial, se les “forma” sobre los sistemas y herramientas (cada día más) con las que tienen que trabajar a diario. ¿Es a esto a lo que se le llama calidad en la ULL?

       Se nos arenga continuamente sobre nuestra responsabilidad en la buena marcha y el buen nombre de la institución para la que trabajamos, sin reconocer que nuestro colectivo, el del personal de administración y servicios, conocemos perfectamente, y así lo demostramos, nuestras obligaciones y responsabilidades. Que le pregunten si no al auxiliar de servicio de la Escuela de Náutica, dos días permaneció cerrada y sin actividad lectiva porque el auxiliar de servicio disfrutaba de un permiso. Este lamentable suceso nos lleva a preguntarnos ¿Dónde esta la responsabilidad de los responsables del centro? pero sobre todo ¿Dónde esta la responsabilidad del jefe de personal, o de la Gerencia de la ULL?, es decir de aquellos que tienen (y perdonen la insistencia) la “responsabilidad” de la organización del trabajo.

       ¿Acaso en la ULL la responsabilidad es inversamente proporcional a la categoría profesional y al puesto que se desempeña? Si esto es así, entonces tiene razón el Sr. Peytaví (universitario él) cuando, de manera vulgar e insultante, argumenta que el culpable de lo sucedido en Náutica es el auxiliar de servicio y su convenio colectivo.

       ¿No es responsabilidad del equipo de gobierno de la ULL, elaborar una nota aclaratoria de lo sucedido, atribuir las responsabilidades a quien corresponda y desagraviar al trabajador insultado desde la columna del periódico EL DIA, insulto que entendemos extensivo a todo el personal? Lejos de hacer tal cosa leíamos declaraciones posteriores del Sr. Rector a los medios manifestando… “No sabemos qué ocurrirá con el contrato programa si la crisis empeora”. En nuestra humilde opinión su intervención no debía ser para meterle miedo a la comunidad universitaria, su “responsabilidad” es entrevistarse con los que ostentan su mismo grado de “responsabilidad” en el Gobierno de Canarias y exigirles el cumplimiento de lo pactado y, ejerciendo su liderazgo tranquilizar a la comunidad a la que representa.

       Creemos que no es propio de una Institución como la ULL, actuar de manera improvisada para acometer sus proyectos ni las reformas necesarias para su funcionamiento, sean estas de la índole que sean. Es por esto que desde el grupo claustral EUPAS le instamos a que realice el inventario y la catalogación, de los bienes patrimoniales, en su sentido más amplio. Al mismo tiempo y para evitar los desastres que producen las improvisaciones instamos al equipo de gobierno a que elabore un plan general de ordenación de los espacios y dependencias de la ULL, lo que supone claramente un ahorro de recursos materiales y humanos, así como las molestias que inevitablemente tengan que producirse, y sobre todo situaciones esperpénticas como el espectáculo de adecentamiento de la mitad de la fachada de la torre de químicas, la parte que sólo se ve cuando estas delante de ella.

       Creemos que no es propio de una institución como la ULL, el acometer las obras, algunas de ellas a escondidas de la mayoría de la comunidad, sin calcular los daños que se hacen a nuestro patrimonio y sin tomar en cuenta que aparte de llamarnos universidad (lo cual debería bastar para hacer las cosas con rigor) tenemos el sobrenombre de La Laguna, ciudad patrimonio de la humanidad. Por lo tanto no parece lógico que seamos nosotros los que nos dediquemos a destruirlo y a no contribuir a su embellecimiento.

       A riesgo de parecer cínicos, recomendaríamos un curso intensivo sobre calidad, responsabilidad y liderazgo como el que recibió hace poco al personal de la Biblioteca y que se haga extensivo a todo el personal de la ULL que ocupa puestos de responsabilidad, así como a los futuros miembros de equipos de gobierno.