LA IMPROVISACIÓN AL PODER

              La resolución del equipo de gobierno de la ULL de convocar las elecciones al claustro universitario y la posterior comunicación con fecha de 16 de octubre que dice textualmente: “Advertido de que el período ordinario de matrícula del alumnado de la Universidad de La Laguna finaliza el 15 de octubre de 2008, y con el fin de no causar perjuicios a su posible representatividad dentro del Claustro, este Rectorado ha resuelto anular la convocatoria de elecciones a representantes en el Claustro Universitario efectuada por resolución rectoral de 9 de octubre de 2008, y proceder a efectuar nueva convocatoria de elecciones con fecha de 15 de octubre, siendo el 27 de noviembre de 2008 la fecha de votación.”, demuestra una vez más el grado de improvisación con la que actúa el equipo de gobierno, que toma decisiones sin tener en cuenta las consecuencias que tendrán en el funcionamiento y devenir de la institución.

          La problemática con la apertura de los centros que detectó el equipo meses después de haber aprobado la modificación del calendario académico, es otra muestra de ello. Intentaron en un principio eliminarles a los trabajadores de las porterías la reducción horaria a la que tienen derecho, corrigiendo posteriormente y explicando que la medida y el acatamiento de la misma era voluntario. Pero aún hay más, el intento por parte de la gerencia de modificar el horario de verano en la Comisión Paritaria, demuestra una vez más, o la mala intención de este equipo, o la absoluta incapacidad de quienes lo asesoran y desempeñan cargos de responsabilidad en él. A nuestro juicio es inaceptable que, entre los responsables de “Recursos Humanos” -no nos gusta ser llamados recursos-, no sepan que hay asuntos que son estrictamente materia de negociación de Convenio Colectivo. ¿O sí lo saben y aún así intentan sacarlas adelante, sabiendo que cometen una ilegalidad?

          En definitiva, adoptan medidas sin calibrar las consecuencias que traerán consigo, y cuando reparan en las mismas intentan solucionarlas atropellando leyes, normas, convenios, etc. A este cúmulo de actitudes nosotros lo llamamos claramente IMPROVISACIÓN y las consecuencias las pagamos en primer lugar el personal laboral y en segundo lugar la buena marcha de los servicios y los centros, y por extensión toda la comunidad universitaria.