A lo largo de este tiempo que hemos estado desarrollando nuestra actividad sindical, hemos presentado a la gerencia de la universidad distintas solicitudes relativas a información, medios para desarrollar nuestra actividad, reclamaciones y explicaciones sobre funciones de puestos de trabajo, etc. Eso forma parte de lo normal en una organización sindical y de los derechos que nos asisten como representantes de los trabajadores. Pues bien, ante todo este tipo de iniciativas la respuesta ha sido siempre la misma: ninguna.

                   El pasado 23 de mayo presentamos una reclamación formal por lo que entendíamos una actitud inadecuada de la vicegerente de la ULL en la reunión de presentación del nuevo comité de empresa ante el Rector. El tono de la intervención de la vicegerente hacía referencia a la imposibilidad de la gerencia de responder a los escritos dirigidos desde las secciones sindicales y los trabajadores.

                   Pues bien, sin entrar en más consideraciones sobre un asunto en el que no pretendemos polemizar con la gerencia, el día 27 de mayo, cuatro días después, recibimos contestación de la vicegerencia de la ULL, dando explicaciones sobre su actitud, explicaciones que no vamos a entrar a valorar. Lo que sí nos llama poderosamente la atención es que sea el único escrito al que se nos ha contestado desde la gerencia en todo este tiempo, aunque para nosotros no sea el de mayor importancia.

                   Parece que para este tipo de cosas, que no dejan de ser anecdóticas, no solo se tiene tiempo, sino que se responde con una prontitud que ya quisiéramos para otros asuntos.