…..“No olvides el autobombo, si quieres ponerte en venta”…, decía una canción de G. Brasens, cantautor satírico francés y que nos viene como anillo al dedo para comentar una reciente edición publicitaria de la biblioteca de la U.L.L., donde comenta algunos de sus logros y proyectos.

   Nos alegramos de que esta empresa funcione y mejore, nos alegramos como el que más, pero no podemos dejar de comentar, que todos esos avances se deben a una actitud sacrificada y responsable de su personal, especialmente de su personal “no cualificado”, que a lo largo de estos años ha esperado el reconocimiento de su esfuerzo.

Es verdad que ha sido reconocido tanto por los usuarios, como por la dirección de la biblioteca, que no pierde ocasión para decir que tiene un personal “no cualificado”, “muy cualificado”. Pero ese personal reclama algo más que un reconocimiento meramente formal.

No hemos oído a los responsables de la institución reconocer ese esfuerzo, ni hacer absolutamente nada por mejorar sus condiciones. Lo que no han parado de hacer desde que han tomado posesión de sus cargos es, argumentando las necesidades de dar un buen servicio, cargarlo con nuevas funciones y distorsionar su funcionamiento, sin que esto se traduzca en ninguna mejora para el personal.

Esta situación es extensible a casi todos los servicios de la universidad. Mientras tanto, lo único que estamos recibiendo de este equipo de gobierno, son vulneraciones constantes de las normas y de las prácticas respetadas durante años, y un intento descarado de acabar con los derechos que garantiza la representación de los trabajadores y su capacidad de negociación.

        Tengamos cuidado. Las declaraciones del señor Rector intentando acercar las orillas puede que solo tengan una conclusión: lograr que suba tanto  la marea que acabe ahogando a los que estamos en la “otra orilla”.

Ver presentación